lunes, 2 de marzo de 2015

Divagaciones

Me queda poco para entregar la memoria. Estoy medio trancado. Las ideas no salen. Aprovecho esos momentos en que estoy pegado para salir a pedalear. Generalmente después de eso me despejo y consigo escribir. Tengo miedo. Quizás ansias. No lo sé. Sólo quiero entregar el borrador y que se acabe esta hueá luego.

A propósito de la bicicleta. Estuve sedentario, creo yo, cerca de diez años, a lo mejor son más, pero no lo recuerdo bien. Y desde que me compré la bicicleta me he sentido bastante mejor.

Hoy subí el San Cristóbal por primera vez sin parar. La vez anterior me había detenido en la piscina un rato. Hoy puse huevos y seguí. No fue para nada terrible. Después de llegar a la casa llamé al Nico y le pregunté si iba a salir a andar en bici. Me dijo que sí. Entonces le dije que lo acompañaba. Emprendimos camino hacia La Pirámide. Lo hicimos por Recoleta - Vespucio y empezar a subir no más. No fue tan difícil como creía que iba a ser. 

El Sábado subí por General Blanche. Desde Los Domínicos hasta el estadio del equipo de mis amores. Luego partí a Plaza San Enrique y luego a La Dehesa. Me sentí bastante ajeno a esos barrios. Conocía sólo la Plaza San Enrique. Bueno, el sector del estadio también, claramente.

Podría seguir nombrando lugares a los que he ido en bicicleta, pero no vale la pena. Lo que importa es que ha cambiado mejorado notablemente la opinión que tengo de Santiago. Siempre me ha gustado Santiago y siempre lo digo. Pero pasar de recorrerlo en micro a recorrerlo en bicicleta hace que la cosa cambie. Se conocen mejor los lugares, se eliminan prejuicios. "No vayai pa' allá, que es peligroso", patrañas. Puras patrañas. En lo lugares que dicen que las cosas son brígidas sólo me he topado con vida de barrio. Señoras conversando en las puertas de sus casas, cabros chicos bañándose en la piscina que alguien instala en el pasaje por el fin de semana, pichangas en la plaza, parejas conversando o besándose.

Me gusta Santiago y quiero seguir redescubriéndolo con mis nuevos ojos de "ciclista".

1 comentario:

Katrina dijo...

También vives en Santiago!
Yo comienzo ahora a hacer mi memoria... siento que quiero terminarla luego pero, a la vez, no la quiero entregar. No quiero que me den mi título y sentirme obligada a trabajar "por el resto de mi vida". Que cosa más absurda, si estudie precisamente para ejercer la carrera que me gusta...

ah! No sé andar en bicicleta... te leo y siento que me pierdo un mundo!

Saludos!